Y en el
silencio de tu alma te encontrarás a ti mismo.
Sin
permisos, solo entrando en el silencio.
Y él me
preguntó: - ¿Cómo puedo ser yo mismo?
Y yo le
contesté: - escuchando mi corazón, el tuyo tiene mucho ruido.
Él se acercó
a mi pecho para ver que podía oír.
Minutos
después, se incorporó, me miró entre lágrimas y me dijo: - estoy cansado de
llorar.
Y yo le
dije: - ¿Oíste algo más?
Él me
contestó: - Si, que no sé cómo ser feliz.
Y yo
con una voz suave, le dije: -Sigue escuchando hasta que solo quede silencio.
Y él me
susurró: - ¿Para qué?
Y yo le
susurré: - Para que percibas los latidos del corazón y así puedas escuchar la
vida.
Y él me
confesó: - No lo entiendo
Y yo le
confesé: - No se trata de entender, se trata de sentir.
Autora: Susan Avalon.
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