lunes, 21 de enero de 2013

¿Por qué buscar sexo cuando puedes tener amor?


Por fin un momento de paz con Michael Bublé y una taza de café en las manos. Mientras me fumo un cigarrillo empiezo a resonar con esa canción: “The way you look tonight”. Me hace vibrar en un sueño. Mejor dicho, en un estado. Oigo como su melodía me penetra en el alma haciendo que recuerde como es estar enamorada. Me imagino un baile, unos brazos rodeando mi cintura, dos corazones resonando al mismo ritmo, y un estado de paz profunda. Es como en las películas americanas, cuando la música suena y no hay nada más, solo amor. Ese amor que habla con sinceridad, te llena el espíritu con una ráfaga de aire limpio, que recorre tu cuerpo con un dulce escalofrío de placer. Ese amor que te embriaga llenando todos aquellos huecos vacíos con un dulce sabor que da sentido a tu vida. Y llegas a la conclusión de que ese momento es el que has anhelado toda la vida. Todo el pasado queda sanado en ese instante mágico porque la extenuada y cansada carrera acabó. Solo queda disfrutar del baile.

Es curioso que todos queramos lo mismo y muy poca gente lo encuentre. ¿Quién no desea ese estado? En la actualidad la gente ya no busca el amor. Busca comprobar que no existe. Entonces se van a los pubs y a las discotecas para ligarse a alguien. Claro, que no acaba en un baile romántico sino en un acto sexual sin ninguna magia. Y luego dicen: ¿ves? El amor no existe, no sentí nada. Y así sucesivamente todos los fines de semana deseando que sea diferente el desenlace. Después de unos meses y unos cuantos polvos malos concluyen una tesis: “el amor no existe porque no lo siento”. Entonces los hombres empiezan a culpar a las mujeres  diciendo: “es que no hay una mujer que merezca la pena”. O las mujeres: “ya no hay hombres románticos como los de antes”. Y así las noches de fiesta se convierten en cacerías sin sentido para ver quien pesca algo. Mujeres maquilladas, vestidas de forma sexy para atraer al “hombre de sus sueños” y hombres elegantes con una buena cantidad de colonia para hipnotizar a la “mujer de sus sueños”. Y en sueño se queda, sobre todo cuando pasadas unas horas, el alcohol y las drogas quitan esos efectos de felicidad superficial y estado placebo. Vuelven a su estado sobrio, y todo toma otro color. La esperanza se desvanece y el vacío colma todo su cuerpo. Sin embargo, la gente es bastante persistente. Piensan que así lo encontrarán, que haciendo lo mismo una y otra vez hallarán un resultado diferente. En fin, cuanto más tiempo se queden en relaciones superficiales más vacíos se quedan y por lo tanto, confirman la idea que tienen en sus cabezas. Así que, convencidos de ello, se entregan plenamente a un estado de pasotismo total. Se abren a probar todo tipo de sexo, de drogas,… en un intento de no sentir la insatisfacción de vivir una vida sin amor.
Y ahí es cuando surge mi pregunta: ¿Por qué la gente se conforma con el sexo cuando puede tener el amor?

Pues..., creo que tengo la respuesta. La mayoría de las personas buscan el amor fuera de sí mismos. Piensan que el amor es un objeto (una mujer o un hombre), pero cuando toman posesión del objeto no encuentran esa energía que vibra con la canción de Michael Bublé.  Están convencidos de que al poseer, es decir, teniendo sexo, van a hallar ese estado. Y es totalmente  imposible encontrar el amor así, porque Señores y Señoras, el amor es una energía que no se puede poseer. El amor empieza dentro de ti mismo, no fuera. Tan solo tienes que conectar con él. Está en una frecuencia. Tienes que sintonizarte y ya está. Algunos la quieren buscar en FM, otros en AM, pero solo la encontraran cuando hallen la que suena en su corazón. Lo que sucede en mucha gente es que no llegan a conectar debido a las interferencias (odio, rabia, rencor, ambición, poder,…) pero si realmente queremos amar tenemos que sintonizarnos con ese canal.  Aunque también podemos seguir en un estado zombi que nos conducirá a más vacío en nuestras vidas. Pero, en fin, cada uno es libre de elegir. Yo creo en el AMOR  porque lo siento dentro de mí.  Y sigo escuchando esa canción para que me recuerde quien soy y con quien quiero bailar.
Autora: Susan Ávalon.


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